Caradigna, el Vino del Silencio

Desde el siglo XI, monjes del Monasterio Cisterciense San Pedro de Cardeña acogidos a la regla de San Benito, viven dedicados  a la oración y el trabajo para que selectos vinos originarios de los antiguos dominios del Cister descansen en la calma de sus bodegas románicas, conservando intacto el espíritu de Caradigna, nombre fundacional de esta abadía.